Capítulo 2 - La bici y el móvil



Vivir en Göttingen es una maravilla... si tienes bicicleta y móvil alemán.


La primera es indispensable para no acabar lesionado en todas y cada una de las articulaciones. Los primeros días caminábamos una media de 5 kilómetros, o más. Porque aquí no hay Metro, los buses no valen la pena y hay carriles bici por todos lados. Las distancias temporales se reducen drásticamente al cambiar las patas por las ruedas; de Albrecht-Thaer-Weg (en adelante ATW) al centro (en adelante Innenstadt) se consumen 20 valiosos minutos de nuestras miserables vidas mediante el uso de la locomoción bípeda, que se convierten en 5 minutos de mierda cuando nos montamos sobre las dos ruedas de la felicidad.
¿Dónde encontrar bicicletas en Göttingen? Fácil. Como es habitual, un día vas al mercado turco Al-Iman Markt (especializado en comida oriental y con verduras de temporada); te embobas mirando las ricas carnes pollunas, vacunas, patunas y demás del señor carnicero y éste te ofrece amablemente una bicicleta al terminar tu compra. 
Aturdidos, acompañamos al señor carnicero (bigote poblado y negro, cuerpo rechoncho y sonrisa amigable y árabe) a su depósito, es decir, a ver sus miles de bicicletas escondidas entre las bicicletas de los humildes súbditos de la señora Merkel en los cientos de parkings del distrito turco de Göttingen. Sí, escondidas. Sí, ha "tomado prestadas" las bicis. Sí, es ilegal. Pero barato; bueno, bonito y barato. Y a nosotros, pobre carne de Erasmuslandia, nos prima la pela. Et voilà. Tenemos bicis molonas por 50€. Conseguirlas legalmente nos hubiera costado 100 (menos al capullo de Juan, que le salió redondo en una tienda...).


El móvil es una historia más técnica. Elige una compañía de entre Vodafone, o-tel-o, T-Mobile, O2, etc. Elige una tarifa. Elige un móvil baratucho y simple y... firma decenas de papeles. En Alemania te hacen una factura hasta por una barra de pan. Controlan tus movimientos como las leonas controlan a las gacelas desde la distancia. Pero te dejan vivir en paz, te dicen "Unterschrieben Sie hier, bitte" (firme aquí, por favor); te dan las "Danke schön" y te despiden con una sonrisa y un "Tschüss!". Luego te dejan en paz. Así, si matas a alguien, sabrán que antes habías estado modificando tu tarifa de prepago y podrán hacer un perfil psicológico de los asesinos españoles en Niedersachsen. 
La activación del terminal para un aprendiz de alemán puede convertirse en un caos y desembocar en blasfemias. Así que yo, pedí que me lo hicieran allí. Accedieron amablemente tras poner ese gesto de corderillo manchego tan nuestro. Y ya está, tienes móvil. ¿Que conoces gente? ya tienes tu móvil alemán para no quedarte nunca sólo cuando no lo desees. Ya puedes quedar para tomar unas cervezas en el Nooner's (tras coger tu bici, claro) y empezar a vivir como una persona normal.


Otro día seguiremos con éste y otros muchos temas.


Hasta entonces, un abrazo!

3 comentarios:

  1. Me alegro de que pronto te des cuenta de la grandeza de un país del que me enamoré al poco tiempo de vivir allí.

    Cierto, son increíbles y no tienen nada que ver con el concepto que nos merecen. Los alemanes son y serán un motor en cultura, educación, economía, sociabilidad y gratitud...

    Una ex-habitante de Göttingen que ya os felicitó por la decisión tomada el día de adjudicación de plazas del Erasmus :)

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  2. da gusto leerte
    porque escribes genial!
    disfruta muchísimo ahí, me encanta tu manera de analizar, comparar..meencanta sencillamente!

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  3. Hola Lopez!

    Voy a ir a pasar unos meses en Gottingen, ¿q tal es la ciudad? ¿y para vivir? ¿Si sabes de algun piso, casa compartida ya sabes pq estoy buscando y no me decido...

    Gracias!
    Antonia.

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